Ejercicio de acuarela - Arze Silveira |
—Naturalmente
sería insensato decir, desde nuestra postura como jóvenes artistas, que lo
realizado por ciertos sofismas gerenciales de la cultura estadal es impecable.
Hay algo de temeroso. He notado como a los jóvenes, cuya riqueza principal, la
motivación de su premura, se ve ultrajada por la peculiaridad del terror de una
administración específica.
—Entiendo
tu postura. Por otro lado hay personas
que están dispuestas a apoyar. Un benéfico acto creativo es la naciente revista
que nos da apoyo para expresarnos ante ese peculiar flagelo. No se puede
generalizar.
—Tienes
razón. Entre tanta oscuridad siempre hay algo de luz. Estando con las personas
que nos apoyan, podemos notar que ellos pueden percibir lo mismo que nosotros;
que si opinas en contra de… estás fuera. Mientras que, estando acá con gente de
luces, en nuestra lucha diaria por vencer al conformismo, nos vuelve
revolucionarios de frasco.
—
¿Cómo así? ¿Cómo es eso de revolucionario de frasco? —Miró entre risas.
—
Bueno, meten en un frasco a los pensantes
que se atreven a sacar de su zona de confort a los “Revolucionarios”. Somos
todos parte de una revolución ciudadana y cultural, pero son pocos los que
llevan indicios de realidad con el sentir por el que se lucha. Lo demás es
pura… —Miró las ruinas de la Casa Fuerte en silencio, y continuó— Nosotros, los
revolucionarios sin comillas, >> pues
las comillas en tal término son como larvas
en la comida<< vamos al frasco, a modo de preservar la idea como alimento
para las generaciones futuras. Recuerdo a una mujer de la cultura y se me viene
el recuerdo del poema de Florentino.
—
¿Cual parte? Especifica.
— La
del diablo. Cuando le quiero proponer o corregir algo a esa mujer siento que me
dice con la mirada:
“Ceniza será
su voz.
Rescoldo de
muerte afán,
Sed será su última
huella
Naufraga en
el arenal,
Humo serán
sus caminos,
Piedra sus
sueños serán,
Salud será
su recuerdo,
Lo negro en
la eternidá,
Para que no
me responda
Ni se me
resista más”
— ¿La capitana de las tinieblas es quien te viene a buscar? —Risas.
— Bueno, el entusiasmo por el arte es
algo extraño para esa mujer. Solo queda expresar >>Mucho gusto en conocerla tengo señora mujer de satanás<<
Pues, como joven, tengo mejores cosas en que creer…